Habrá quien le llame casualidad, suerte, aquello de la flor en salva
sea la parte, lo que desde comienzos del presente siglo XXI está
haciendo este Sevilla Fútbol Club. Yo le llamo inteligencia.
Sea
como fuere, lo que nuestro Club lleva hecho y demostrado en estos tres
últimos lustros supera en mucho a lo que otros, con muchísimo más
capital, han sido capaces.
Y no es sólo la consecución de títulos
que, por supuesto, también. Es la forma de llegar a ellos o de
mantenerse en la pelea por los mismos tras ese continuo deshacerse y
volver a montarse, a rehacerse de cada fin e inicio de temporada.
Ya
saben a qué me refiero. El Sevilla Fútbol Club ha ido comprando y
vendiendo jugadores que cuando llegaban parecían imprescindibles y al
poco de iniciar una nueva Liga ya poco se les echaba en falta ante el
resultado de sus sustitutos.
Y todo ello tiene un nombre: Ramón
Rodríguez Verdejo “Monchi”. El y sus ayudantes en cada momento, pero el
siempre por delante, ha mostrado la forma de ir siempre por delante cada
temporada pensando en la siguiente o en las siguientes.
¿Ejemplos?
Rakitic se me ocurre como el más cercano, quien tras un primer año poco
lustroso, se hace al siguiente con la capitanía en el vestuario y el
mando cara a las gradas (“Es nuestro Estadio, es nuestra Ciudad”…). Se fue el croata y el SFC siguió adelante al paso que todos ya conocemos.
¿Recordáis cómo debutó un tal Dani Alves? Yo, en la grada, le escuche gritarle ¡“payaso”! A día de hoy creo que es uno, si no el que más, títulos tiene en sus vitrinas.
Ellos
fueron el producto de la confianza de unos técnicos que saben lo que
ven, pero sobre todo que demuestran amar aquello para lo que trabajan,
de lo contrario, hace ya tiempo que no estarían por aquí.
Con
seguridad, quienes me leéis pondríais multitud de nombres más en
vuestros comentarios, o recordaréis a gentes como Victor Orta y mil de
esos llamado “ojeadores” al servicio del SFC que acabaron asesorando a
nuestro Tricampeón (a día de hoy) sobre éste o aquel nombre.
Creo
que es suficiente con ver lo que está ocurriendo desde hace más de 30
jornadas en nuestro Estadio, para volver a quitarse el sombrero y
despedirnos con la tranquilidad de saber que mientras le dejen estaremos
en las mejores y más fieles manos que pudo caer el Sevilla Fútbol Club.
Su inteligencia, su sentido de la lealtad y servicio al Club y su
profundísimo sevillismo tiene lo que tiene, esto es, que desde hace
tantos años, venga quien venga, sigamos estando donde estamos.
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