domingo, 16 de septiembre de 2012

Y les pusieron verdes

Verde, muy verde, verdísimo, del color del moho de un yogur caducado y podrido, del color de la oscura esperanza. Como amenzados por la sombra de una ley concursal, así se presentaron en el Ramón Sánchez Pizjuán los detentadores de nueve títulos de la primera competición europea, no sé cuantas decenas de ligas, ni me atrevo a enumerar la cantidad de mangazos pegados desde que la Liga es Liga, y tantas y tantas cosas, olvidados de aquella su grandeza que otrora disfrutaron,  y anoche, vestiditos de verde...
Pero se escudaban en cuestiones del marketing para enseñarnos su camiseta verde, con ese subliminal mensaje del "mira que vengo del  mismo color de tu vecino", y posiblemente esa fue su perdición. Como si con ello fuesen a arredrarnos, no consiguieron más que incentivar nuestra afán por hundir al triste, a sus compañeros, a quien terminó diciendo (con 400 millones de euros de presupuesto) que no tiene equipo, y a todo el merenguismo que, al final del sábado, vieron como, además de ser incapaces de superar a quienes temporada si y temporada también nos venían derrotando, anoche mordían el polvo y en el avión del Barça entonaban el himno de El Arrebato.
"Verde, que te quiero verde". Verde color de dolar americano, de billetes de cien euros, verde oscuro de derrota  y a 8 de los del Nou Camp que, por más que parezca lo contrario, a mi ni me va ni me viene porque lo que me gustaría es evitar que fuera a 11 dentro de dos semanitas, cuando pasen por aquí el equipo que tiene a los tres mejores jugadores del Mundo (Xavi, Messi e Iniesta), tras toda la plantilla de mi SFC, que para eso son los míos...
Atrás quedó ya lo de que Michel no le sabía ganar al equipo que no es quipo, volveremos a llamarle Limitaciones CF (limitaciones dijo Mou que tenía su equipo cuando se lesionó una temporadilla el triste hace un par de ligas). 
Este equipo demostró que sí lo es, y me refiero al SFC (no se qué hubiera pasado, para bien, si vosotros hubierais estado, Biris). Que hubo solidaridad entre líneas, que peleó todo el mundo, que a Palop la jubilación puede esperarle sentada, que la Liga promete y mucho para el sevillismo si tomamos este último partido como punto de inflexión, y reiniciar aquel camino que parecíamos haber olvidado, para que Europa vuelva a temblar.
Y tuvo que ser ante el verde tristeza que abandonó el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, probablemente, maldiciendo semejante color, quizá, para la posteridad.

1 comentario:

  1. Don Antonio hoy no ha hecho usted un post,hoy ha hecho una poesia de esas de la época del roamticismo,un abrazo hermano,hoy lo trato de usted porque el escrito lo merece y al verde que le vayan dando por saco,o por otro sitio que no voy a decir por no estropear esta bella poesia.

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