domingo, 29 de noviembre de 2009

Volando vamos

Mientras los agoreros se relamen las heridas por una catastrofe no sucedida; mientras vuelven a ocultarse los perdonavidas de tras ver de nuevo la tabla, y darse de frente con quienes siguen en los tres primeros puestos y que la vidad sigue igual; mientras no hay más vias de agua, ni flancos fáciles para el rival que los que nuestro equipo en días tontos sin quererlo los tengan; mientras todo eso sucede, la normalidad llama al sevillismo a tomarse la semana como otra más en la que llenar de aire los pulmones para dejarselos de nuevo sobre las gradas el sábado que viene.
No ha pasado nada, no hay nada que solventar, si acaso no creernos que esta todo hecho, ni por parte del equipo, ni del cuadro técnico, ni del club, ni por supuesto, del sevillismo (iba a decir la afición, pero aficiones hay muchas, y el sevillismo es único).
Hemos de tener en cuenta que la Liga se juega, se gana, se pierde, o te quedas que ni para arriba no para abajo, en relación con los demás equipos. Por eso, esta noche hemos puntuado cuando parecía, y algunos nos querían vender, que habíamos perdido. Hemos puntuado porque, a pesar de que anoche podíamos habernos puesto a puntos iguales con el que yo preveía que esta noche perdería, tan sólo les tenemos a dos puntos. Dos puntos, ni un partido, y ya sabemos lo que significa para el personal de la Capital que pierdan un partido: una catastrofe que, como debería ser aquí, lo solucionan ganado el siguiente y pa´lante (Ej.: ¿cuántas veces han nombrado al Alcorcon esta noche ante el Barça?).
Aquí ganamos un partido y nos dedicamos a acordarnos del que perdimos hace tres meses durante los seis siguientes.
El caso es que, como nuestra avioneta de verano, seguimos arriba, volando alto. Tal vez sin tanto queroseno como otros, y eso nos obliga a bajar a repostar, pero pronto se sube.



Quizá sea cuestión de ir haciéndonos con otro depósito ahora que estamos a tiempo, ¿no os parece?

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