Una frase me ha llamado hoy la atención del resultado del partido del sábado de nuestro Sevilla FC ante el equipo de Valladolid: el Sevilla resolvió su partido "con cierta solvencia".
Como algunos ya me conocen por lo que escribo sabrán la procedencia de semejante afirmación de un conocido hablador radiofónico (puestos a equivocarnos, nos equivocamos todos).
Si mi equipo es ciertamente solvente con un 4-1, ese que habla de esa forma de mi equipo tiene muy poco de periodista o muy poco criterio o demasiada tendencia contraria a la nuestra y más bien hacia el color que provocan lo azul más lo amarillo.
Yo no sé que partido vieron ustedes el sábado. Yo vi a un Sevilla que no metió 6 o 7 porque Dios no quiso y los postes lo impidieron. Eso sucedió en Barcelona y volvieron a los medios los calificativos astronáuticos. Hubo otro equipo en España que metió uno menos que nosotros y bueno, ya saben las maravillas que ha escrito algunos por ahí.
El Sevilla mete 4 y tuvo cierta solvencia (todo ello pronunciado en un tono lacónico cono sabor a amargura y remezclado con unas pizcas de retortijones de envidia que daba hasta lástima escucharlo).
Pues, a mi me encantaría que la solvencia cierta volviese a instalarse allá donde mi Sevilla aparezca por un túnel de vestuarios.
¿Por qué? Además de porque soy sevillista, porque hay penas sumamente agradables, que son tales porque sus habladores así se lo han hecho merecer.
En fin, a ver qué escuchamos mañana en esas emisoras que pueblan nuestro espacio radiofónico.
Si nos pusieramos entre todos, escribiríamos una enciclopedia de desmanes antisevillistas pronunciados por esos habladores tan graciosos que Dios nos puso en sus ondas.
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