Los "elementos"

"No envié mis naves a luchar contra los elementos" decía Felipe II. Algo de eso se terminó de concretar anoche. El Sevilla FC no centró su lucha en el partido ante el RC Celta de Vigo. Ésta fue anterior, fue en los despachos, tratando de desentuertar el lío en el que los "elementos" de los distintos organos de la RFEF se había ido metiendo poco a poco, cada vez con más mala leche, a la vista de quién era el demandante, el SFC.

Como si de un complot corporativo se tratase, como se trataba, unos a otros se fueron pasando la pelota que les llegaba, para tomar en cada instancia una decisión cada vez más lamentable. 

Ese "sí, pero no" que suele ser causa de indignación le toque a quién le toque. Situación que te recarga de esa impotencia que, trasladada a la calle, en este caso a los estadios, puede terminar degenerando en momentos indeseables, porque a veces la rabia puede más que eso que llaman "seni" en la Comunidad Autonoma Catalana, y después otra vez a pagar porque la provocación de semejantes responsables de los organismos susodichos nos llevan a lo que nos llevan.

Y lo peor es que el tema va para largo, porque a pesar de la incompetencia demostrada, argumentos de peso incluidos, los elementos siguen cada uno en su sitio, al albur de lo que deseen remover esos que, por más concepto de competición, no tienen que el de que todo siga exactamente igual que desde hace años: éste pa ti, éste pa mí, y las migajas pa el que pueda llegar a ellas.

Esta es la verguenza de fútbol que vivimos en España, tratando de mantener viva cada año la ingenuidad de pensar que es posible que esto cambie, y que una liga de estas la podría ganar otro que no fuese uno de los de siempre.

Hasta que ocurra algo..., y cuando ese algo ocurra (a la vista de como está todo en el País, y no me refiero al diario), a los responsables de todo no les busquen en el o los locos de turno que cometan la barbaridad que sea, si no en los "elementos" que, a base de sumisión, incompetencia, lealtad a los de siempre, que no a todos, y gamberrismo burocrático, han ido sembrando la semilla de la peor de las discordias en el fútbol español. 

Entonces (¿sólo entonces?) busquen a los culpables entre esos "elementos".