Veo
hoy en ABC un artículo dedicado al peñismo culé, a su implantación
fuera de la Comunidad Autonoma catalana, y al lugar en que quedarán
estos representante del club del Nou Camp fuera de la Ciudad Condal
(Condal, recordemos, por lo del Conde de Barcelona cuyo último poseedor
de tal rango fue el padre de nuestro Rey, D. Juan quien abdicó en favor
de su hijo), en el caso de la independencia esa que los políticos andan
ahora vendiendo a cuenta ellos sabrán de qué.
Y
como decía, ya puestos, por qué no recordar en qué lugar vienen
quedando las peñas en España de aquellos equipos que no son Barça ni
Real Madrid desde hace ya... bueno desde siempre.
Las
que consiguen pervivir a los envites de las televisiones una semana sí y
otra también, lo hacen con verdaderos problemas y de forma continuada.
Os
hablo del peñismo que conozco. Ese peñismo que tuvo la suerte de
disfrutar de su equipo durante 8 años seguidos por Europa, trayendo
incluso varios títulos europeos a Andalucía, y repitiendo en más de una
ocasión títulos nacionales, expuestos para el disfrute de todos en la
vitrinas de nuestro Estadio. Me refiero, evidentemente al Sevilla Futbol
Club.
Pues
bien, ese peñismo comparte con el del resto de clubes una situación
dificil, cada vez que a las televisiones, verdaderas propietarias de los
sentimientos futboleros del balompié nacional, les da por colocar un
partido a deshora en días de estos que ahora se inventan: lunes,
viernes, a las 9 o a las 11 de la noche, y otros desmanes, ya sean en
abierto o en canales de pago.
Y
nadie se fija en la aportación que estas peñas hacen a la sociedad en
la que se mueven. En algún caso incluso, le han salvado el día a algun
alcalde por haber previsto lo que a éste/a se le escapó. Porque las
peñas, sevillistas o del color que sean, son verdaderos motores sociales
cuando se ponen a trabajar, movidas por su ilusión y desviviéndose por
poder decir, o no, después que ahí estan los sevillistas de aquí o de
allá, trabajando y haciendo esto o aquello para que el nombre de nuestro
club reluzca (lo mismo ocurre, como digo, con las demás peñas que se
empeñan en actuar como tales).
Y,
sin embargo, hay que machacarlas, voluntaria o involuntariamente hay
que mirar para otro lado, porque lo que interesa es lo de siempre: el
Barça o el Madrid, el Madrid o el Barça. Y si cientos, miles de
asociaciones se plantean hasta dónde pueden llegar y hasta cuándo pueden
aguantar ¡qué se apañen! Poco importa que estas últimas sean de los
primeros en la promoción del deporte, de la cultura, del propio
asociacionismo por el que tantos cacarean.
Lo primero el Madrid, o el Barça, para ellos los mejores horarios, el prime time de los cojones, horas y horas anunciando un partidito, como si no existiera más mundo que ese.
Y mientras el hastag #LigadeMierda sigue su curso, el "peña al carajo"
(del club que sea, salvo de los referidos) lo mismo se termina
convirtiendo hoy o mañana en una triste realidad Dios sabe dónde.
Ya que nos ponemos... (R.C. Celta de Vigo-Sevilla F.C., hoy a las 21 horas, Marca TV. "Pa haberse matao").
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