A quien interese, disculpad mi ausencia

Es probable que alguno se haya preguntado por qué tan pocos post en este blog que, tiempo ha, llegaba a tener 2 y 3 entradas a veces diarias. Y ahora apenas se actualiza. 

Fácil y duro de explicar: una puta enfermedad a la que no sé quién ni qué le dió permiso para que entrara en casa, cogiese a traición a mi esposa, y a mí me tenga todo el día chantajeado y cediendo a lo que y hasta que esa puta enfermedad quiera dejarnos un tiempo tranquilos, sobre todo a ella. Porque, además, es de las que va y viene, crónicas que le llaman, y la denominan DEPRESIÓN.

Posiblemente no debía escribir esto aquí, porque sea algo personal, porque lo mismo a pocos importe porque bastante tengan con lo suyo. Pero es que este es el lugar que tengo para escribir de mi SFC, que es de lo poco que tengo para alegrarme la vida (aunque sea para verlo perder, porque para mí ver a mi SFC ya es un triunfo). Y mi esposa, a la que no le gusta el fútbol (lo odia, para qué andar con rodeos), sabe que esa es toda mi medicina, mi relax, mi rato de asueto y de echar fuera todo lo que no le puedo gritar a ese no sé qué, que a lo que más quiero la deja K.O. cada vez que quiere, y a mí me ata de pies y manos.

Y tenemos cuanta ayuda y medios podría reclamar, y que seguramente en otros hogares, por desgracia, no pueden ni plantearse. Pero es que da igual, esto es como es, y mientras la medicación, el cariño y todo lo que le pueda aportar a mi esposa se lo pueda seguir dando, sólo le pido a Dios por ella para que la alivie de semejante padecer; y para mí que, al menos, no me alargue mucho los días hasta el siguiente partido del SFC, esa medicina que no me prescribió ningún médico, nació conmigo, y ahora es cuando noto más su falta cuando tarda en llegar.

Y si no escribo, perdonadme, ando ocupado con lo que más quiero y con eso que a nadie deseo.

Gracias