miércoles, 29 de septiembre de 2010

Y si ahora nos tranquilizamos...

Cumplidos los deseos de unos y, aparentemente, solucionados los problemas del banquillo, creo que llega la hora de reconectar ciertas zonas del Estadio con el resto; de volver a ponernos las pilas; de achuchar hasta el final, y dejar esa feísima costumbre de no aguantar hasta el final, si se va perdiendo y nada invita al optimismo de remontadas imposibles.
Ya está aquí Manzano, con su sorna y su sapiencia; con su impasibilidad y sus ganas de hacer algo que no se quede con una botella esperando a ser descorchada en el centro del campo...; con la exigencia, por adelantado, de dejarnos donde nos dejó Jiménez, en puestos Champions y con una Final en puertas; donde nos dejó Álvarez, en puestos Champions y con una Final ganada. Con la exigencia, sobre todo, de demostrar que tantas ganas de hacerle llegar (a él o a otro porque los de la Casa no valían) no quedan en agua de borrajas.
Nada me gustaría más que renovara para la 11/12, para la 12/13, y así hasta cuando dicen que ha dicho su representante.
Pero, sobre todo, nada me gustaría más que mi SFC, y todo el sevillismo al que me honro en pertenecer, no vuelva a ser aquel que iba al Ramón Sánchez Pizjuán con la escopeta cargada esperando el momento de descargar su ira contra el ocupante de nuestro banquillo y algún que otro perdigón contra el palco.
Así, que retorne la tranquilidad a las gradas, silenciemos los runrrunes, y aprovechemos nuestra propia capacidad en favor de nuestro SFC, tenemos toda una Liga por delante para volver a hacer entre todos de nuestro equipo, aquel que tantos temían que les llegase la hora de recibirlo.
No hace tanto de aquello y todos sabemos de lo que juntos hemos llegado a ser capaces.
Es mi propuesta.

1 comentario:

  1. Es que esa es nuestra obligación como sevillistas sensatos. Dejar trabajar al profesor Manzano y darle el tiempo suficiente para que se haga con la plantilla y encamine el futuro. Saludos.

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