¿De qué nos quejamos?

A veces uno se toma esto de ser sevillista dedicándole tiempo que, en ocasiones, no se tiene. Y yo creo que en un ejercicio casi antropológico termina descubriendo cosas que en el fondo son tan evidentes que teniéndolas delante tardas en captarlas.
Los motivos de queja del sevillismo se reducen a uno sólo a mí entender: nos quejamos por no tener de qué quejarnos.
Porque vereis, ¿desde cuándo lleva el Sevilla FC sacando billetes para Europa una temporada sí y otra también? ¿Cuántos títulos hemos conseguido y celebrado?¿Ha vivido alguna vez el Sevilla FC en semejante marabunta de millones de euros escritos con números azules y no rojos? Sólo faltaban las declaraciones de ayer de nuestro Presidente hablando de superavits inimaginables in illo tempore.
El deporte tiene estas cosas que a nuestro equipo le han podido pasar este año: perder partidos que deseabamos como nadie que hubiesen sido victorias; jugar de otro modo sin saber si el resultado iba a ser el esperado; tener otro técnico, y sufrir un sinfín de lesiones que en las circunstancias normales de antes no hubiesen sido tan llamativas. Esas son cosas del deporte.
Nos quejamos efectivamente de no tener motivos para quejarnos. Ya lo dijo Monchi, que con el tiempo nos daríamos cuenta de lo que se iba consiguiendo. Pero el tiempo ha corrido para muchos en exceso. Y lo de ayer de temporadas negras, de bajonazos a segunda, de números más rojos que las barras de nuestro escudo, de directivos de trazo oscuro, de verle siempre la matrícula al de enfrente, parece habérsenos olvidado.
Dice Hugo Ojetti, de curioso nombre, que "quejarse es el pasatiempo de los incapaces", y en eso estamos y/o están muchos, que descuidan demasiado su condición sevillista y acentúan aún más su predisposición a la queja .
Hora va siendo de reconducir nuestros instintos, el objetivo lo merece.