Pues bien, la oposición no fue
más que otro gancho, para que unos tuvieran algo que escribir y otros de
qué hablar durante el poco rato que duró la ¿información? Hasta que Carrión
aclaró todo.
Hoy Del Nido continuará en su
sitio, representando al SFC; con su/nuestro manojo de títulos, sus críticos
dentro y fuera del Estadio, sus peleas por el dinero de la televisiones en la
que nadie confiaba; con las puertas abiertas a Los Biris; con su nuevo Consejo
de Administración...
Y ahí me quiero parar. El nuevo
Consejo del SFC incorpora a dos nombres a quienes suceden dos apellidos cuya
mala fama les precede, con toda seguridad, de la forma más injusta. Glez de Caldas (José Mª) y Ruiz Mateos (Juan Luis Villanueva). Porque ni
quienes ostentan semejantes apellidos son aquellos que dejaron tan mal recuerdo
bien en el SFC de otras décadas, o en empresas que poca relación mantuvieron
nunca con nuestro Club.
Pero claro, el morbo, el dichoso
morbo lleva directamente a crear ese ambiente de “escopeta montá” por lo
que pudiera pasar. Eso sí, sin conocer apenas el nivel de preparación y
competencia que ambos nuevos miembros puedan llegar a poner a disposición y
ofrecer en el nuevo Consejo y, por ende, a todo el Sevilla Fútbol Club.
Incluso de la nueva Consejera,
hija de D. Rafael Carrión, se ha recordado, no sin mala intención, el paquete
accionarial que representa. Vamos ni espacio para respirar para empezar; sin
apenas conocimiento, como digo, de las nuevas personas que se incorporan a la Planta Noble del
Estadio Ramón Sánchez Pizjuán.
Personas todas ellas respaldadas
no por un 56, un 63 o un 80% del capital accionarial sevillista, no. Casi el
97% del sevillismo accionista presente de algún modo en la Asamblea prestó, digo
prestó, su confianza al nuevo grupo de trabajo del Presidente y al propio
Presidente. Dudo mucho, permítanme, que tanto capital, distinto al que
representa Del Nido más el paquete de acciones de Carrión más el del conocido
como grupo de Utrera, se exponga a ser mal gestionado por un Consejo presidido
por nuestro Presidente, tanto por el valor que tienen, como por el valor de
representar a una parte tan importante de algo aún más importante: el SEVILLA
FÚTBOL CLUB.
Sin equivocarme en exceso, creo
que en torno a un 30% aproximadamente se sumó a esas acciones de Del Nido,
Grupo de Utrera y Grupo de Carrión, más otros accionistas de menor capacidad
representativa en el SFC.
¿Que hubo críticas? Sí. Dentro y
fuera de Los Lebreros. En las redes sociales para qué contar. Chistes iban y
venían, como aquellas cartas desde Londres a Madrid que decían las sevillanas.
Hubo críticas, y el sevillismo se
dijo lo que se tenía que decir, donde se lo tenía que decir.
Sin embargo, estas críticas, a mi
humilde entender, no han de ser más que un aliciente para el trabajo aún mejor hecho
que el de estos últimos 10 años. Porque con los tiempos que vivimos, hacerlo
más o menos igual, sería como hacerlo muchísimo mejor, dadas las dificultades. Y ello sin dejar de ser ambicioso.
En fin, yo estoy con mi nuevo
Consejo y mi, hasta ahora, eterno Presidente (sus cuitas con la Justicia son cosas
suyas). No voy a prejuzgar a sus compañeros de mesa antes de tiempo, no sea que
me lo tenga que tragar...
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