Volví, inesperadamente eso sí, esta noche de nuevo al Ramón Sánchez
Pizjuán. Era la noche ideal, el rival el mejor equipo del mundo y las
circunstancias las que siempre se desean para que tu equipo te dé un
alegrón de esos que de tarde en tarde se suelen ver por Nervión en la
presente temporada.
Pero no hubo manera. El Barça no salió a
arrollar. Como dirían los aficionados a toros, los de Guardiola (me
refiero al entrenador y a sus jugadores y no a los toros), hicieron una faena aseada, lo justo, ganar sin exigirse en exceso o, al menos, esa es la sensación que transmiten.
El SFC en cambio, no supo ni pareció querer; y cuando quiso no pudo porque seguía sin saber.
Lo
de Reyes esta noche es caso a parte, y de lo Michel por no quitarle de
enmedio en la primera parte también. De Reyes se espera absolutamente
todo eso por lo que se quiso que volviese, y apenas ha dado tres ratos
de entrega y poco más. Y Michel 7 de 18 puntos.
Habra quien diga
que este partido no era de los de nuestra Liga. Cierto. Pero este
partido era de los que en otros momentos se afrontaban de otra forma... y
hasta se ganaban. Sin embargo, este año lo mejor que puede ocurrir es
que se acabe ya. Una Liga en la que la preocupación por el descenso sólo
nos la quita el saber que hay 4 o 5 equipos que estan por debajo
nuestra y contra quienes, en breve, tendremos que enfrentarnos: Racing,
Granada y Zaragoza. Más R. Madrid por medio y el RBb que también querrá
poner su granito de arena en nuestro camino.
Por quedarme con algo, me quedo con los de siempre. Eso sí, esos de siempre como yo, siempre se quedan con su SFC: Los Biris
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