En tu recientísima historia de hace, año arriba año abajo, 10 años.
Entonces,
entre el ocaso de los 90 y el orto del nuevo milenio, se le dio el
poder y la confianza de los mayores accionistas a un grupo de directivos
que iniciaron un proyecto. La fecha símbólica que lo movió todo era
2005, nuestro Centenario.
Había que cambiar el paso a cuanto
habíamos sido durante los noventa años anteriores, poner al SFC en la
órbita que todo el sevillismo soñaba, y hacerlo, practicamente, desde la
nada que dejaron quienes precederieron a nuestros actuales consejeros
desde el año 2000 encabezados por José Mª Del Nido Benavente.
De
ese modo, la Consejo comenzó a hacer crecer el SFC a base de estudiar
esquemas corporativos y deportivos de entidades de renombre e historia
en el mundo del fútbol y fuera del fútbol, tanto en su aspecto deportivo
como en sus aspectos administrativos y sociales.
Y se dio el paso
de otorgar la responsabilidad deportiva a una dirección Deportiva que
demostró saber lo hacía sin apenas recursos. Y el SFC continuó creciendo
a pasos inimaginables apenas meses antes. El SFC pasaba de Segunda a
Primera División, tardando apenas nada en codearse con la élite
deportiva española y europea, ganando títulos y encadenando
clasificaciones para competiciones europeas (ora Champions, ora UEFA),
al par que el fútbol nacional comenzaba a mirar hacia Nervión a ver qué
se estaba haciendo allí para semejante transformación, al compás de un
himno y la promoción de una serie de valores "dopados" de sevillismo que
encandilaban a todos, incluido al propio sevillismo absorto en su
propia grandeza, que quizá no está sabiendo administrar en algunos
círculos de la afición, del Consejo y, tal vez, de algunos jugadores,
presentes o de reciente pretérito, en algún momento.
Ahora nos
vemos como estamos. No tan mal como aparentemente nos pintan, pero sí
alejados de aquel SFC tan cercano que cuesta tanto recuperar en el
césped, en la grada y en el palco. Alejados, aunque no definitivamente
separados.
Si aquel SFC de hace nada lo hicimos entre todos, y ese
todos seguimos siendo los mismos, no sé qué hacemos perdiendo tiempo
enfrentamientos estériles. Los "de arriba" siguen siendo los mismos, y
sus criterios, supuestamente, deben estar reforzados por el paso del
tiempo y la experiencia acumulada en la gestión del Club.
Y si
son los mismos, ¿tan dificil es repetir la experiencia ahora con más
recursos y menos preocupación que en aquel otro momento que relataba al
principio y nadie olvidaba? ¿O quizá es eso, que hay dinero para no
pensar debidamente?
NI afición, ni escudo, ni bandera, ni Estadio
ha cambiado para nada. Muchas de las personas que guían al sevillismo
son las mismas. Retornemos a la confianza de entonces, metamos el hombro
y tratemos de recuperar y revitalizar el proyecto que nos hizo y
mantiene grandes.
El impulso depende de todos. El nuevo impulso
que nos plante en el Ramón Sánchez Pizjuán para recuperar aquella forma
de decirle al que llegue "bienvenido... pero aqui no tienes nada que rascar".
Por quién escribe no va a quedar, ¡¡¡Pásalo!!!
¡¡¡VAMOS MI SEVILLA!!!
¡¡¡VAMOS CAMPEÓN!!!
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