Ese
tran-tran que significa no perder, que significa ganar en casa y no
perder fuera. Ese mismo tran-tran que hace un tiempo no muy lejano, y no
es un cuento, nos llevó a ser el SFC de finales de temporadas con mucho
sevillista, sevillistamente hablando en mostradores de venta de
billetes de viaje para tanto lugar allende los límites del mápa de
España.
Ese
tran-tran que hacía saber a quién viniese que era bien recibido fuera
del Ramón Sánchez Pizjuán, pero que dentro el infierno se lo servíamos
bien frío, de pitidos bien servido y de resultado previsto porque el
equipo local era el SFC.
Vuelve ese tran-tran
que te llama a mirar la tabla de la Liga no hoy, sino allá por marzo o
abril a ver cómo está la cosa para asaltar fortines Sí o Sí de esos
donde lo que se veían venir era un tirititran-tran, que era un tiritrero en
las piernas porque el visitante era el SFC, y llegaban para ganar. como
deber ser mañana, y que tengan lo que quieran tener. Nosotros llegamos
con lo nuestro, con los nuestros. Y la confianza de ser el Sevilla
Fútbol Club, que no es recuerdo de lo que fue, sino el presente de lo
que es y de lo que quiere vovler a asentar en el fútbol nacional: uno
delos mejores equipos de Europa.
¡Qué
siga el tran-tran! Y tengamos presente que alguna derrota llegará, pero
está prevista, porque este equipo parece, al menos lo parece, dejó de
ver como cotidianos resultados absolutamente imprevistos en estos dos o
tres últimos cursos pasados.
Y
al tran-tran, tirititreiro, por que por alegrías, tanguillos o
sevillanas, el acento de los que vivimos sevillistamente hablando,
sintiendo, vuelve a sonar inmeso en cada vez que los nuestros toman
céspedes propios o ajenos.
¡A por el Patético!
¡¡Vamos mi Sevilla!!
¡¡Vamos Campeón!!
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