Previa

Previa: anticipado, que va delante o que sucede primero. Eso dice la RAE que significa previa, lo que mañana jugará el Sevilla F.C., para dejarla detrás; para intentar volver a llegar más lejos posible en el proyecto que sólo mandan a diseñar los más capaces, los más fuertes, los mejores.

Y como toda cosa previa, que se hace esperar, viene acompañada del nerviosismo propio por lo que pueda acontecer de bueno. Porque no queremos ni pensar que otra cosa pudiere ocurrir, pero entra dentro de lo posible, porque todos tenemos derecho a soñar..., aunque, cosas del caracter humano, supongo, unos más que otros.

Mañana es la Previa de la Champions League, eso el sevillismo lo sabe, y ya enfila miradas camino de la Ciudad de Braga; ya se cuentan las horas hacia atrás, ya se piensa en la vuelta en Casa; ya se vuelven a planchar camisetas blancas, camisetas rojas; ya se vuelven a besar amuletos, a ensayar, incluso, el ondear de banderas y de bufandas, tal vez en soledad, quizá ante quien ya no puede soportar más ver como el vecino no hace más que ajustar cuentas, a ver si tiene para ir a tal ciudad o tal otra, porque el SFC vuelve a caminar guiado por las estrellas que iluminan Europa.

La Previa es así, una eliminatoria a la que nos volvemos a enfrentar, asiendo ya con el deseo un nuevo título con el que plantarnos y mostralo en Ramón Sánchez Pizjuán en el partido de vuelta de la previa. Otro más que llegaría desde Barcelona, y ya serían tres ¡Qué bonito!

Pero, de momento, la Previa...