Hay cosas que, cuando son verdad, son verdad; y cuando son mentira, pues eso, son mentira. Y hay otras cosas que, además de ser mentira, buscan liar a la gente, enmerdarlo todo y no ayudar en nada a los implicados.
Y esto sucede con Cala y con Luna.
De Cala se dice que no quiere jugar con el Sevilla Atlético. Cala renovó su contrato hace pocos meses con el Sevilla F.C.. Tiene ficha del filial, pero a todos los efectos, según me confirma un pajarito que de esto sabe tanto..., bueno lo sabe todo, Cala es jugador del primer equipo, esto es, del Sevilla F.C.
Que Cala no juega en el SFC. Eso ya es cuestión del equipo técnico del SFC y de las ganas que el lebrijano le eche a los entrenamientos, y lo capaz que sea de ganarle el puesto al que tenga por delante.
Que ha llegado Martin Cáceres. Algúna razón habrá visto el equipo técnico para solicitar otro central.
Yo en cuestiones técnicas de quién es mejor que quién, o quién se merece más la oportunidad, no entro. Pero que nadie se invente gilipolleces, ni vea aguaceros por ningún lado porque el cielo está bien despejado...
De Luna se dice y se publica una cosa y la contraria, en la misma nota que habla de Cala. Y la noticia en cuestión es ésta (recomiendo que cliqueéis sobre la misma y que alguien me explique con qué nos quedamos de lo que indica la flecha).
Si atendemos al subtítulo con Luna no hay problema, salvo que la situación contractual de Luna no sea la misma que la de Cala. Hecho que desconozco.
Ahora si nos quedamos con lo último ya la cosa varía. Porque dice que Luna no ha querido atender la llamada del filial para el partido de ayer contra el Real Murcia.
Ahí me vais a permitir una pequeña discrepancia con el mushasho de EFE que ha escrito el batiburrillo de más arriba. Porque veamos...
Si ampliáis la foto y leéis la camiseta, a mí me sale que pone LUNA, y que los que visten de rojo son los jugadores del Real Murcia. Ahora si Luna tiene un hermano gemelo, cosa que también desconozco, me callo.
El calor sigue haciendo estragos.
Buen post Antonio. Como tú bien dices son dos casos distintos. Qunque yo me temo que el obstracismo de Cala no viene de parte de Antonio Álvarez, sino de más arriba. Un abrazo.
ResponderEliminarCon esta gente llueve sobre mojado Antonio.
ResponderEliminarBien por manipulación, bien por ineptitud, la verdad es mienten como bellacos una y otra vez.
Con lo de Cala, lo unico que han conseguido es poner al chaval al pie de los caballos.
Yo solo espero que desde el club se pueda aclarar las cosas y hacer ver a estos juntaletras, que el Sevilla FC, no le pidio nada a Cala, de lo que se deduce que nadie se puede negar a algo que no se le ha pedido.
Esperemos a ver cual sera la próxima.
Un abrazo
Pues entonces no entiendo a qué viene renovarle hasta el año 14, subirle la ficha (supongo) y ahora que se ordene mantenerle en tierra de nadie
ResponderEliminarHola: realmente no sabemos lo que realmente ha pasado, está claro que el marca ha demostrado que no puede ser la fuente de ninguna noticia fiable.
ResponderEliminarLo que no me gusta es la actitud de nuestro entrenador hacia los jugadores del filial: rodri, cala, luna, jose carlos.
Rodri, lo queramos o no, nos dio la opción de jugar la previa de champion; hasta la fecha ni un minuto en partido oficial. El que nos dejó con un jugador menos en ese partido de almería, ha jugado ya incluso desde titular.
Cala firmó partidos de buenos para arriba al final de la temporada pasada, ahora prefiere colocar a un lateral de central a recurrir a él; así nos fue.
Luna, en la final de copa y en almería se fajó; aún no ha tenido recompensa, seguimos con fernando navarro que si descontamos la primera temporada no ha aportado casi nada. Aún me acuerdo de la falta en el último minuto en el vicente calderón.
Jose Carlos en cada partido que sale desmuestra que tiene "algo" que el equipo necesita, chispa, clase lo que sea. Siempre que lo saca faltan menos de 15 minutos para tratar de demostrar algo; sigo sin entender nada.
Perdon por lo largo del comentario.
Saludos de un jerezano con ascendencia loreña
Jerezano, sevillista y con ascendencia loreña, ¡joé que buena mezcla!
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