Sabemos lo que hemos sido y, por ello, sabemos lo que somos y, sobre todo, lo que queremos ser, hasta dónde queremos llegar, qué objetivo compartimos y qué papel en su consecución nos toca a cada uno.
Comienza una nueva Liga, ya sé que aún queda más de un mes para ello, pero la Liga no comienza a finales de Agosto, lo hace apenas termina la Liga anterior. Como en una elecciones generales en las que cada partido comienza a preparar los próximos comicios apenas se dan los resultados de las convocadas, pues algo parecido. La Liga 2010/11 comenzó al poco de marcar Rodri el último gol en Almería.
Y ya sabemos dónde estamos; dónde volvemos a estar este año; hasta dónde (como mínimo) queremos llegar, y cómo está la cosa, en todos los sentidos.
Tal vez por ello este año puede ser el nuestro. Quizá por lo mismo debemos de estar como nunca.
Por eso ahora , para evitar tener que hacerlo después, hay que tener conciencia histórica cada uno desde su lugar: el equipo allá en Isla Canela; el Consejo en sus despachos; cada sevillista desde el lugar en el que su corazón y su alma continuen latiendo al compás que marca su sevillismo. Por todo ello, disculpad si os recuerdo al Fenerbahçe o al CSKA de Moscú (al primero es posible que le volvamos a ver por Champions League). ¿Qué ocurrió? ¿Qué nos desunió?
No quiero que se me tome a mal, sólo hablo de previsión; de reproyectar nuestra humildad para no creeernos nada; de dejar la euforia para cuando toque, y de guardar nuestros nervios para dejar hacer como no hicimos en alguna que otra ocasión.
Todo lo que no sea eso es reiterar nuestros propios errores, y quien olvida su historia...
Comienza una nueva Liga, ya sé que aún queda más de un mes para ello, pero la Liga no comienza a finales de Agosto, lo hace apenas termina la Liga anterior. Como en una elecciones generales en las que cada partido comienza a preparar los próximos comicios apenas se dan los resultados de las convocadas, pues algo parecido. La Liga 2010/11 comenzó al poco de marcar Rodri el último gol en Almería.
Y ya sabemos dónde estamos; dónde volvemos a estar este año; hasta dónde (como mínimo) queremos llegar, y cómo está la cosa, en todos los sentidos.
Tal vez por ello este año puede ser el nuestro. Quizá por lo mismo debemos de estar como nunca.
Por eso ahora , para evitar tener que hacerlo después, hay que tener conciencia histórica cada uno desde su lugar: el equipo allá en Isla Canela; el Consejo en sus despachos; cada sevillista desde el lugar en el que su corazón y su alma continuen latiendo al compás que marca su sevillismo. Por todo ello, disculpad si os recuerdo al Fenerbahçe o al CSKA de Moscú (al primero es posible que le volvamos a ver por Champions League). ¿Qué ocurrió? ¿Qué nos desunió?
No quiero que se me tome a mal, sólo hablo de previsión; de reproyectar nuestra humildad para no creeernos nada; de dejar la euforia para cuando toque, y de guardar nuestros nervios para dejar hacer como no hicimos en alguna que otra ocasión.
Todo lo que no sea eso es reiterar nuestros propios errores, y quien olvida su historia...
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