Te lo has ganado tu solito, bueno tú y tu padre, y seguramente más gente que no conozco y, de algún modo, ha permanecido a tu lado siempre. Yo he llegado el último y me he puesto el primero a defenderte, a ponerme más nervioso que nadie y, además, de corazón el día, las horas antes de tu carrera.
¡Qué orgullosos de ser loreños nos has hecho sentir a todos (hasta al Alcalde)!
El atletismo no vende Kevin, tú lo sabes mejor que nadie. Pero Londres, Kevin, Londres está tan cerca como lo vemos sobre un mapa. A tiro de piedra, a ochocientos tras ochocientos trabajados cada día, cada noche, apurando cada duro o cada euro que en tu casa buscaron para tí... y nadie te creía. Pero el sábado, el sábado todos a presumir de quien pocos se han acordado durante muchos, demasiados años (yo el primero, auqnue poco pudiera aportar, PERO YO EL PRIMERO).
Pase lo que pase, Kevin , hazlo por tí, sólo por tí y por quien consideres necesario. Disculpanos después la hipocresía
No me puedo aguantar: ¡Ole tus huevos , Campeón!
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