¿Qué hacemos?

¿Les dejamos solos y volvemos a acompañarles cuando volvamos a tener algo para presumir?
Conmigo para eso no contéis. Yo me quedo con mi Sevilla, en el Gol Norte, al ladito de los Biris, esa gente a quienes si les dijera eso mismo no sé qué cara me pondrían. Bueno, sí lo sé...
Ya sé que la cosa está muy mala, que el equipo no carbura, que la racha comienza a alargarse demasiado y ni vuelven los africanos ni se terminan de recuperar los lesionados (buenas noticias hubo hoy de Luis Fa y Perotti, menos mal) y Mail va ganado a estas horas 2-0 en el descanso.
Ya sé todo eso, pero lo que hay es lo que hay, y con eso hemos que tirar para adelante. Con alineaciones un poco raras; con disposiciones del equipo sobre el campo igualmente extrañas; con resultados acordes a las circunstancias y con el resto de equipo pasándonos. De los ánimos(?) que nos infunde la prensa sevillana para qué vamos hablar. Basta ver como el personal de Madrid le quita hoy importancia a los 5 puntos que le saca el Barça al E.R. y como aquí se ceban con los 8 puntos que el tercero no lleva ya a nosotros, todo un ejemplo.
Yo me quedo con mi SFC, el que me llevó a Segunda y el que me paseó por Eindhoven, con el SFC de Juan Carlos Fernández -mi paisano, ¿alguien le recuerda que no sea de Lora?-, y el de Palop. Yo quiero títulos, ¡claro que sí! Pero no los quiero sin sentirlos míos desde el principio, como mi título de SEVILLISTA, del que jamás renegaré.
Por eso sé lo que hay que hacer: estar con los nuestros, con títulos y sin ellos, con carnet o sin carnet (el título debe ser algo genético), con todos y cada uno de los nuestros, porque por algo cada uno tenemos el papel que tenemos. No pensemos jamás que por el hecho de ser la afición no somos responsables de lo nuestro y todo no es perdonable. Craso error de cometerlo
Por eso, precisamente, por eso, ¡ahora más que nunca, Sevilla Fútbol Club!!