¿A quién alinea Jiménez?, ¿A quién deja en el banquillo y en la grada? ¿Debe escuchar alguien o no lo necesita?
¿Por qué me pregunto yo estas cosas siendo sevillista?
Seguramente porque me ha dado por pensar en alto aquellas cosas que piensan quienes aún no confían en nuestro equipo, en nuestro mister. Quienes creen que todo esto no es más que una buena racha, y que ya nos pararán los pies en algún césped por esos campos de Dios de Primera o de la Champions League.
En eso estarán pensando quienes aún no se han ido cuando ya no les quedan argumentos, y en los debates articulan pocas palabras, y las pocas que articulan da la impresión de que las pronuncie alguien cabizbajo, avergonzado, demolido a sí mismo por su propia ineptitud, por su propia e inútil prepotencia.
En realidad, lo que pienso es que la manera de jugarle al Equipo de Ronaldo es no dejarle jugar, porque la pelota sea nuestra, algo tan simple, que no fácil, como eso. Hay quién piensa que la mejor manera es no dejarle entrar al Estadio, pero eso no cuadra con nuestro estilo.
La mejor manera es seguir como estamos (¡y cómo estamos!), pensar que es posible empatar a puntos con el segundo y poner nerviosa a media España (bueno, aún más nerviosa) porque este Sevilla FC sinverguenza se le vuelve a subir a las barbas a cualquiera. Y un cualquiera es aquel que por perder, pierde hasta la identidad, como es el caso del Equipo de Ronaldo, otrora Real Madrid que ahora suena poco porque todo gira en torno al de Madeira (y un poquito al tal Kaká).
Y sigo pensando que, aunque este partido se nos fuese, mi SFC es mejor que el E.R. por la sencilla, única y grandiosa razón de que mi equipo se llama Sevilla Fútbol Club ( y a mí, también me lo dijo mi tio ;) )
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