Lo de este chaval es de sombrerazo por más que algunos se empeñen en ver una equivocación su fichaje.
Yo no creo en semejante equivocación. Marcaba goles en su anterior club, y aquí, cuando pudo jugar porque su rodilla no se rompía, metió el hombro, hizo lo que pudo y algún que otro gol pudo celebrar.
Arouna vino con la dificultad de sustituir a Luis Fa, de ocupar el sitio de Kanoute, o de justificar con goles las cesiones de delanteros sevillistas a otros clubes. Pero hasta ahora no pudo ser.
Eso sí, dejó un sabor de boca en Hanover buenísimo, porque respondió a los minutos que en tierras teutonas (vaya palabrita como se te pase la "u") tuvo, con goles y saber jugar. Incluso pidieron su vuelta.
Esa vuelta ha sido ahora, pero aqui, en Sevilla. Y es ahora cuando el sevillismo debe recibirle, cuando Manzano lo estime oportuno, haciendo de su nombre un trueno que haga vibrar el RSP.
Se lo merece. Y este tio que quiere poder y que quiere porque sabe que puede, nos lo puede devolver a base de bien.
Por eso hoy hablo de condescendencia y apoyo. El sevillismo siempre hemos sabido estar con los nuestros, y este lo es y nos necesita. Por ello hemos de ser condescendientes si al primera no entra lo que envíe o intente enviar en dirección a puerta. Aqui somos muy nuestros para creernos algunos que no le hemos chutado en condiciones un balón en nuestra vida.
Y, por ello también, hemos de darle nuestro apoyo. Porque igual, siendo incluso egoistas, nos encontramos con un pedazo de delantero del que las circunstancias nos han privado durante demasiado tiempo a nosotros de él y a él de nosotros.
¡Vamos Koné!
¡Vamos Campeón!
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