¿Por increible que pueda parecer?

¿A quién? ¿A los de ED? ¿A los de El desmarque? ¿A los sentenciados? ¿A tantos que le chillaban cuando Jiménez avisó que Romaric es un jugadorazo de fútbol y se rieron?

 

Romaric vino para lo que fue traido: para jugar al fútbol, para quedarse con el medio campo y, desde ahí,  iniciar su futbol, y para... pegarle como le pega al balón.

Cierto es que le ha costado hacerse a su nueva Casa, a su nuevo entorno y que hasta alguna lesión obstaculizó su mejor desenvolvimiento. Pero "Roma", esa especie de Tsartas negro, cada vez ocupa más sitio en el campo y en los corazones de las gradas. Y, por increible que pueda parecer, algunos aún se siguen echando las manos a la cabeza cuando ven que sus deseos de poder enmerdar, aún más, la tarea de Monchi y su equipo y, dicho sea de paso, hasta del propio Del Nido, pues todo eso se va por el sumidero que destila regularmente sus incompetentes pretensiones y supuestas formas de periodismo deportivo.

Roma quiere, sabe y puede, y su ejemplo debía servir a algunos para no continuar levantando testimonios con más futuro de contenedor de basuras que de otra cosa.